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domingo, 31 de mayo de 2009

chac tu chau !

"Gracias por haber cumplido nuestro sueño", se despidió Andres Ciro Martinez de una cancha de river con 55 mil personas gritando, en la noche helada, por la continuidad de los piojos. Hace mas de 20 años, 5 amigos se juntaban para hacer un grupo de rock, para tocar frente a 50 personas en algún pub de El Palomar o de San Miguel. Ayer, en mayo de 2009, esta super-banda del rock argentino necesitó alquilar el estadio monumental para despedirse de su gente. Tal vez vuelvan con algún recital recuerdo, homenaje o como quieran llamarlo. Pero la banda en si, con vida propia y escencia, quedo guardada para siempre en la retina de los que asistieron al ultimo recital. chac tu chau!
Con todos sus discos, desde 1991 hasta aca (Chac tu chac, Ay ay ay, 3° Arco, Azul, Ritual, Verde paisaje del infierno, Huracanes en luna plateada, Máquina de sangre y Civilización) Los Piojos modificaron el escenario de la musica bernácula. En epocas menemistas el conurbano crecia sin freno, la marginalidad y la desazon tambien, como en todo el pais: en ese contexto, la década del 90 escupió a Los Piojos, una criatura musical con letras que calaron hondo en la imaginación de los argentinos. Hoy ya no estan entre nosotros.
Quisieron despedirse en un predio mas chico pero la demanda de entradas los obligó a tocar en el estadio con mayor capacidad de nuestro futbol. Durante todo el sábado llovió y con mucho frio. Entre pilotos y camperas, cuando la noche oscureció el cielo del monumental, los piojosos comenzaron a llegar al ritual. Se hicieron las nueve -hora anunciada para el show- y recien allí paró la lluvia; en ese momento habia 5° en la cancha de river. Frio absoluto. Pero fue en esa hora de tardanza que demoró en comenzar el show (el recital empezo minutos antes de las 22) en la que la gente paso del frio al hielo, situacion con la que la banda tuvo que luchar hasta los últimos temas para revertir y llegar al calor de la despedida.
El arranque fue el ideal: te diría, con ciro cantando a capela en el medio del campo, seguida de babilonia y labios de seda. Ahi la temperatura subio unos 8 grados. Y mucho mas en el medio del pogo de un campo desenfrenado, cantando por ultima vez. La elección de los temas de la lista estuvo muy bien, fue correcta. Repertorio de clásicos y joyitas de regalo: la olvidada manise, los mocosos (aclamada por el publico) y una versión a puro tambor de la casi innombrable verano del 92, con la chilinga como invitado y mucho coro de cancha. Ademas no faltaron emociones piojosas como luz de marfil, esquina libertad, todo pasa, cruel, dificil y ruleta.
A Ciro se lo notó tímido en el discurso de como explicar el final de la banda, tal vez por no entender tampoco él la razón. Quizas por eso le haya salido tan parecido (y vacio) al saludo de cerati de hace diez años en esa misma cancha: "gracias a todos, por todo", pronunció, y para dejarlo mas claro, anticipó que sus palabras de despedida estaban dentro de la siguiente cancion. Y empezó a cantar pacifico. "Voy a llevarte en mi, y ahora se muy bien, que me llevaras, hasta donde estes, a donde vayas...", entonó en el estribillo, y a todos nos quedó muy claro el mensaje: los piojos se extinguian y solo el recuerdo fenomenal de estos 20 años quedaban. Supieron ponerle musica a millones de vidas y por eso sus acordes no se olvidaran jamas.
Y luego de varios bises, llegó vine hasta aqui. La ultima oportunidad. Gritos, sonrisas y hasta llantos en el final; la una de la mañana y Ciro finaliza el tema con su caracteristico grito piojoso-marciano por última vez, bajo una lluvia de aplausos, y de agua. Los Piojos dejaban de existir y cerraban de esa forma la primer década musical en la historia del tercer milenio argentino.