Contrastes y cavilaciones: ¿Kirchner es Peron?

En el lugar donde el viento se ve, la Máquina reposa sus proyectos. Después de un año abocado a urgar en la actualidad porteña, y a analizar el día a día nacional desde el mítico edificio de la calle Maipu al 500 (Radio Nacional), ahora solo escucha la omnipotencia que el viento impone en los terrenos lindantes al sur del Mar Argentino. Esos grandes contrastes enfrentan las ideas y permiten nuevas cavilaciones en el Kballero.
En aquel 2007 sus ojos reflejaban colectivos, avenidas, micrófonos, torres, y en su nariz entraban bocanadas de smog, entre otras cosas. Hoy, sentado en un balde dado vuelta en medio del baldío interminable, con yuyos amarillos que danzan a la velocidad del viento, apenas ve a lo lejos un poste de luz, el confin donde la Isla termina y largos caminos que absorven nostalgias y conducen a ninguna parte.
Refugiado entre colinas y piedras de playa, la gran noticia ingresó en su cabeza, como una moneda que atraviesa la ranura de una alcancía y hace ruido al caer: Nestor Kirchner volvió a cooptar a Lavagna. La Tranza Final, una jugada política y arriesgada... Pero ¿quién es Kirchner, Peron? ¿Acaso es el Peron de nuestros tiempos? Cuanto chanchullo e hipocresía... y uno debe mirar este juego ezquizofrénico desde afuera, como un ente pasivo, sin participación. A no ser que quieras ingresar al sistema aparentando ser uno de ellos para luego corromper y destruir el imperio desde adentro. Esas son desiciones de cada uno.