
Desde la Casa Rosada, Olivos o ninguna parte los Kirchner y su tropa de tareas dan vueltas alrededor de una mesa. La TV está clavada en C5N; llevan mas de 11 horas siguiendo la votación de las retenciones. La mayoría K parlamentaria, lograda en 2005 aplastando a los Duhalde, se hace añicos en el aire. Los pedazos que quedan son juntados por la oposición y ahora pretenden dar batalla. Hace ya 3 días de aquel domingo en que Elisa Carrió, levantando su dedo índice y plageando a Platón, exigió -y despertó- a que los desafiantes del gobierno salieran a la calle antes de la última votación. Advirtió que no sucediera lo de la noche en que Diputados dio media sanción a la ley, en medio de la indiferencia y la pasividad de los disconformes "camperos". Esta vez debían estar en la calle manifestándose y presionando. Y a calle Libertador fueron. Cuadras y cuadras de gente y la diferencia es aplastante: en la plaza de los dos congresos el acto K es uno mas, el aparato no resiste, se agrieta y la multitud alimenta-ego no es suficiente para tapar lo sucedido en Palermo. Es el primer gran cachetazo. Es un anticipo de lo que va a pasar. Cada vez son mas los que quieren ponerle retenciones al proyecto político kirchnerista.
"Ganemos las elecciones, legitimemos la mentira" pensaron hace mas de un año. "Pongamos a un UCR como compañero de fórmula y auguremos la Gran Concertación Final, o la Revolución Industrial - o lo que salga-. Así actuaron. Cristina, Cobos y Vos fue el eslogan de campaña. Pero Cristina acata órdenes de Nestor, Vos en el monumento a los españoles y el vicepresidente vota en contra de su gobiern
o. En vez de salvarlo y de llevar el frente a la victoria, lo hunde: estas en Argentina.

"Pongamos al ajeno de vice ¿que importancia va atener ahi?". Y en la gran votación, en la única -y primera- vez que K necesitará de Cobos para sostener su ambición, el injerto partidario se erosiona y la cohesión falla. La construcción política CristiNestor se derrumba como torre de naipes, y hay que volver a empezar. Derogar, mal tragar los 130 días de guerra, archivar la derrota y seguir adelante. O no. O renunciamos todos, "nos vamos... y que nos llamen. Operación Clamor para que vuelva Cristina, van a ver..". Y la sin razón continua. La nueva estrategia se está planeando.
La economia argentina que Kirchner tomó congelada y se encargó de recalentar, ahora -dicen- podrá salir del letargo al que el mismo tambien la había sometido.
A todo o nada, siempre. Y yo no soy cómplice del golpe.